la identidad transgénero se ha consolidado más rápido que el movimiento homosexual porque tiene como catapulta las nuevas tecnologías de la comunicación, tanto como plataforma de posicionamiento discursivo como vehículo de encuentro comunitario.
El siguiente proceso que va a debilitar la masculinidad hegemónica, dice el también subdirector de Integración Comunitaria del Programa de VIH/Sida de la Clínica Condesa de la Ciudad de México, es la visibilidad de las personas intersexuales y, finalmente, agrega, la bisexualidad será la cereza de esta disrupción en que está cayendo el dominio del hombre en el campo de la sexualidad.
Por ahora, los primeros 15 años del siglo XXI son el momento para que la integración social de mujeres y hombres transgénero se convierta en una realidad, al menos en un número importante de países occidentales. No se trata de una dádiva cultural sino de una lucha grupal e individual.
Pero, ¿quiénes son ell@s? Aquí te presentamos 2 historias:
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Ophelia Pastrana
A los 28 años parecía tenerlo todo. Mauricio era dueño de sus propias empresas, estaba casado, era físico y además, a los 24 había obtenido su maestría en Econometría.
Sin embargo, los 28 fue también la edad en la que decidió adoptarse como mujer y comenzar su devenir femenino.
“Yo viví 28 años sin saber ni tener conocimiento que eso se podía hacer, no fue como el ‘tengo algo’, nada, me casé, hice mis medios, pensaba que ese era el tope de mi vida, pero vivía en un 70. Ahora vivo en un 140%”.
La persona transgénero se somete a un proceso de hormonización para adquirir la apariencia del género que corresponde.
Hoy, a sus 32 años, Ophelia Pastrana es un referente en el mundo de la tecnología pero también en el mundo de los medios de comunicación.
Vice México, Fayer Wayer y Platzi, son los sitios para los que colabora; además, conduce su programa de radio en Coca Cola FM y tiene su propio canal en YouTube.
Ophelia llega a nuestra cita un sábado caluroso de abril. Es una mujer muy alta, mide 1.90, y además ese día se puso unos tacones de unos 10 centímetros.
Además de su estatura, su look es llamativo. Tiene el cabello rojo, muy rojo pero ya comienza a notársele la raíz de su color natural; castaño oscuro.
Pese a que ha vivido mucho tiempo en México, su acento la delata. Ese acento tan característico de los colombianos.
En el Distrito Federal, según datos del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), 82.8% de las personas ha sido discriminada por su apariencia y forma de vestir.
A los 30, Ophelia decidió iniciar su proceso de hormonización para que su cuerpo comenzara a cambiar: cambio en la voz, crecimiento de los senos y disminución del vello corporal, por mencionar algunos.
Pero los cambios físicos no son los más radicales que Ophelia ha experimentado desde entonces.
Después de un tiempo, decidió separarse de su esposa y abandonar la empresa que fundó, luego de que sus socios le pidieran no tener trato con clientes.
También tomó la decisión de hablarle a su familia de los cambios que estaba realizando.
Ophelia nació en una familia considerada por la prensa como conservadora. Su papá es primo del expresidente colombiano Andrés Pastrana y su abuelo materno, Hisnardo Ardila, fue exalcalde de Bogotá.
Los Pastrana que han incursionado a la política son miembros del Partido Conservador Colombiano.
Como varias personas LGBT, Ophelia ha vivido en carne propia el fantasma de la discriminación.
El gerente del lugar le dijo que si no tiene los papeles que la acrediten como mujer, no puede usar el vestidor de mujeres.
Según los mismos datos del Copred, 71.2% de las personas transexuales y 74.7% de las personas transgénero han sido discriminadas en el Distrito Federal.
6 meses después, cuando Ophelia comía en un restaurante de la zona del sur de la Ciudad de México, San Jerónimo, el mesero del lugar se le acercó: “disculpe, ¿qué baño planea usar? Es que no tenemos baños para personas como usted”.
-¿Perdón?- Le contesté que no había pensado en eso porque no tenía ganas de ir, pero que en todo caso si me daban ganas usaría el de mujeres.
La respuesta del mesero fue que no. Que podía quedarse a comer pero que NO podía usar los sanitarios.
“Sí les armé un desmadre. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, (Conapred), les hizo una recomendación, pero no los pueden sancionar, así que no puedo contar con ellos”.
Sin embargo, la discriminación en el Distrito Federal sí es un delito que se sanciona hasta con 3 años de prisión.
Lo anterior, con base en el artículo 206 del Código Penal de la Ciudad de México.
Entre los casos que Copred sancionó en 2014 se encuentra el del hotel Sevilla Palace.
El año pasado, una mujer trans entró al baño de mujeres del hotel, pero una clienta, desde su perspectiva, creyó que se trataba de un hombre vestido de mujer.
La clienta reportó lo sucedido al gerente del hotel quien sacó a la chica con exceso de violencia del hotel. Así nos cuenta la presidenta del Copred, Jacqueline L´Hoist: «Después de recibir la queja, capacitamos a todo el hotel en materia trans y LGTB.»
Nos dieron todo un día un salón gratis en el que convocamos a los padres de niños trans y nos enlazamos con un foro que se estaba dando en EEUU.
«Para mí eso es más importante que la parte punitiva. Hoy por hoy saben que existen las personas trans, saben cómo tratarlas y que si las discriminan saben que hay un ente de gobierno que les va a llamar la atención».
Modificamos esa conducta.
No hay política pública ni legislativa que alcance a modificar rápidamente una cultura.
En opinión de Ophelia, la misoginia arraigada en la sociedad explica muchas de las acciones de discriminación porque, en el fondo:
Y es que la colombiana cree que la sociedad ve a la mujer como inferior al hombre:
“La percepción que tenemos es que lo femenino no tiene poder, lo masculino sí. Es ridículo todo lo que nos asusta cuando un hombre se feminiza.
¿Tanto asusta ver a un hombre en tacones y que le gusta ser femenino?”
Otro problema que existe en torno a esta población es que las personas NO saben quiénes son las personas trans. “Muchos creen que es un chico gay que se viste de mujer”, como nos explica Jacqueline L´Hoist.
Victoria Volkova
“Me sentía rara. Siempre fui diferente. Recuerdo que odiaba que me pusieran a jugar fútbol con los niños cuando yo lo que quería era bailar ballet».
Los niños me molestaban, no encajaba ni con las niñas ni con los niños. No me sentía hombre pero veía mi cuerpo y sabía que no era igual al de mis amigas.
A los 13 años ‘salí del clóset’, creí que era gay pero jamás tuve un novio. Yo quería un novio heterosexual, no quería vestirme de hombre, quería vestirme de mujer.
Hasta que un día, a los 18, me crucé con una chica trans que me explicó todo. Yo no sabía qué era una persona trans, hasta que me lo explicó e hice clic.
Comencé a ver videos, documentales, a platicar con amigos psicólogos, y por primera vez me sentí identificada. Investigué y luego encontré la Clínica Especializada Condesa.
La Secretaría de Salud federal estima que existen 4 mil 490 transexuales en el país, de los cuales, 3 mil 166 son mujeres trans y mil 324 son hombres trans.
Victoria Volkova es una famosa estrella de YouTube. Sus tutoriales de belleza tienen miles de reproducciones y este año sumó más de 100 mil suscriptores a su canal.
La joven que hoy tiene 22 años, decidió explicar por medio de un video cómo fue su proceso de transformación cuando supo que era trans.
“…Cuando empecé a tomar hormonas, juré que no iba a tener novio jamás, me estaba preparando para una vida de soledad. Imaginé que nadie me iba a pelar, o voltearía a verme.
En un principio no sabía cómo iba a funcionar el tratamiento, cómo iba a afectarme físicamente y con todo el odio y discriminación que ves en televisión, en radio, en
YouTube, me asusté y me preparé mentalmente para el rechazo”.
El proceso de hormonización consiste en consumir hormonas para adoptar la apariencia con la que la persona se identifica, mientras que la reasignación de sexo consiste en realizar una cirugía para cambiar la anatomía de los genitales.
Como muchas personas trans, Victoria inició su proceso de hormonización en la adolescencia, aunque sabía desde niña que había nacido en un cuerpo que no le correspondía.
“Había cosas obvias desde que era pequeña que me hacían pensar que estaba en el cuerpo equivocado. Por ejemplo, a los 5 años tenía un suéter rojo que me ponía en la cabeza y decía que era mi cabello. Sin embargo, empecé con los trámites y el reemplazo hormonal a los 19”.
Victoria documentó el proceso en
YouTube, y explicó cómo fue cambiando su cuerpo, los cambios de humor, el cambio de voz, y cómo se fue sintiendo y las operaciones futuras que quiere realizarse.
Durante toda esta transición sus padres la acompañaron y aceptaron su decisión de seguir con los tratamientos.
“Es raro que haya familias que apoyen a sus hijos trans, especialmente en México donde vivimos en una cultura muy machista, pero a mí afortunadamente mi familia me apoyó en todo”.
Desde 2009, fecha en que inició el tratamiento de remplazo hormonal en la Clínica Especializada Condesa a este año, mil 109 personas han recibido valoración, de las cuales, alrededor de 500 son las que están en tratamiento continuo.
“Además de las 500 que están viniendo de forma regular, se abrieron 110 expedientes nuevos el año pasado”, informa Hamid Vega, Coordinador del ´Programa de Salud Mental de la clínica.
No solamente es conocida por su blog, Vico también tiene su propio programa de televisión: “Diversidad Capital” en el canal Capital 21 del Gobierno del Distrito Federal, fue parte de la campaña «It Get´s Better México» y próximamente será imagen para Amnistía Internacional México.
Conclusiones
Antes que ser transexuales, transgéneros o queers, ellos son personas, con cualidades, con defectos, con sueños, con metas, con días buenos, con días malos.
Son personas como cualquier otra persona que forma parte de esta sociedad, ¿por qué entonces nos ofende tanto su presencia?
¿Por qué esta obsesión de ponerle etiquetas a todo? ¿Por qué insistimos en clasificar a alguien como hombre o mujer, como femenino o masculino?
¿Por qué tendríamos que darle tanta importancia a los genitales de una persona?
Para aspirar a una sociedad más libre en la que se respeten los derechos de todos sus habitantes, debemos no sólo tolerar a las minorías, sino respetarlas y reconocer sus derechos, esos que por ley natural les corresponden.
Con información de
Soy Actitud[:]]]>