¿Se ensanchan las caderas? ¿Existen posiciones anticonceptivas?

Existen un sinfín de mitos sexuales y de salud reproductiva y sabemos bien que están formados a partir del desconocimiento y, sobre todo, a partir de múltiples tabús que buscan prevalecer en las generaciones.

Muchos de los mitos buscan “asustar” a los adolescentes para comenzar su vida sexual activa y muchos otros estigmatizan tanto a hombres como a mujeres. Hoy hablaremos un poco sobre estos mitos y si son verdad o no.

Las caderas se ensanchan al tener relaciones y crecen los senos

¡Falso! Si bien, es cierto que las caderas van haciéndose más anchas en la transición de la pubertad, esto no quiere decir que lo hagan por tener relaciones sexuales. Lo mismo sucede con los senos, todo es parte del crecimiento natural. Muchas veces escuchamos a nuestras mamás decir que así podrían darse cuenta si comenzábamos la vida sexual activa; pero esto es completamente falso.

Al tener relaciones sexuales dejas de crecer

Al igual que en el punto anterior, es falso. La estatura y demás cualidades físicas estarán determinados genéticamente y tener relaciones no afectará su desarrollo.

La doble protección es usar dos condones

¡¿Cómo?! ¡Jamás! Por el contrario, hay más riesgo de que se rompan. La doble protección es usar un método de barrera (condón) y, además, usar un método anticonceptivo. Protegiéndote así de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y de un embarazo no planeado.

Sangrarás durante la primera vez

El himen es un tejido fino que se ubica en la entrada de la vagina y prácticamente es gracias a él que existe otro mito sexual: la “virginidad”. Este tejido es flexible y no es una “telita” completamente cerrada, sino que tiene distintos tipos de abertura para permitir la salida del flujo menstrual (incluso puede haber casos en los que está completamente cerrado y es necesaria una pequeña intervención quirúrgica para abrirlo).

Durante las primeras relaciones sexuales el himen puede estirarse, y esto puede (o no) causar un leve sangrado. El himen también puede romperse haciendo deporte o introduciendo algo dentro de la vagina.

El coito interrumpido y posiciones anticonceptivas

¡No, no y no! Este es uno de los mitos sexuales más famosos. El coito interrumpido no es un método anticonceptivo efectivo, pues el líquido preseminal contiene el número suficiente de espermatozoides para lograr un embarazo. Así mismo, el mito de “tener relaciones de pie impide el embarazo porque el semen no llega al óvulo” es falso. Cualquier posición sexual puede producir un embarazo.

El embarazo depende del tamaño del pene

¿Si tiene pene chico debe “echarle más ganas” que alguien con un pene grande para lograr un embarazo? ¡Falso! Cualquier pene puede embarazar.

Puedes embarazarte por el agua de alberca con semen o por usar pantalones de hombre

La única forma de lograr un embarazo es a través de las relaciones sexuales (o fertilización); sin embargo, estos mitos sexuales se formaron a través de ideas arcaicas que señalan a las mujeres que procrean hij@s fuera del matrimonio; de manera que aquellas que se encontraron en estos casos, fueron dando esta explicación para evitar el estigma de sus pueblos o comunidades.

Durante la lactancia no te puedes embarazar

Este es un tanto mito y un tanto realidad. El “método de amenorrea por lactancia” es un anticonceptivo “natural” que debe llevarse a cabo puntualmente para ser efectivo. Sin embargo, sus múltiples condiciones para funcionar, impiden que sea un método anticonceptivo confiable; esta razón, si buscas evitar un embarazo después de un hij@, te recomendamos que consideres un anticonceptivo de largo plazo.

Las duchas vaginales ayudan a la limpieza

¡No, no! Desafortunadamente existe otro gran mito la “suciedad” de la vagina y la menstruación. Durante muchos años se extendió la creencia de que las duchas vaginales ayudaban a mantener limpia la vagina, eliminar los restos de la menstruación y evitar malos olores. Esto es completamente falso, las duchas vaginales, por el contrario, están asociadas con infecciones e inflamaciones de la zona. Y no solo eso, sino que pueden matar a la flora bacteriana que habita en la vagina y con eso vulnerar su bienestar y salud.

Olvidémonos de este mito de la suciedad. Abracemos y dignifiquemos a la menstruación asumiéndola como lo que es: un complejo proceso biológico de nuestros cuerpos que no debe causarnos ningún tipo de vergüenza o asco.

En Fundación MSI Marie Stopes contamos con diversos programas de educación que buscan ir derribando todos estos y otros mitos sexuales poco a poco ¡Acércate a nosotras! Estamos para resolver todas tus dudas y ayudarte a disfrutar tu vida sexual de manera libre, segura y responsable.

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Texto escrito por Elba Loera, @elba_loera