En el marco del Día Internacional de la Mujer, en medio de un ambiente de sororidad y lucha, la actriz y cantante mexicana, Sasha Sokol revolucionó las redes cuando después de 33 años se armó de valor para alzar su voz y compartir un hilo de Twitter en el que señaló el abuso que sufrió por parte de Luis de Llano, productor de Televisa, cuando era una adolescente de apenas 14 años. El día de ayer, Sasha señaló cómo la conducta de Luis de Llano se trata claramente de un caso de grooming.
¿Qué es el grooming?
El Grooming es una conducta de abuso prácticamente imperceptible, ¿por qué? Porque el abusador (adulto) busca ganarse la confianza de su víctima (menor de edad) a través de obsequios, cumplidos y atenciones. Estas acciones tienen el objetivo de que la víctima establezca una relación de «cooperación» con el abusador sin siquiera saberlo.
Y te preguntarás, ¿cómo es posible no darse cuenta de un abuso? Pues imagínate que eres una niña con solo 14 años de edad y un adulto 25 años mayor a quien tú admiras te trata bien, te da regalos y prácticamente «te enamora» con el fin de tener relaciones sexuales consentidas contigo… ya no suena tan bien, ¿cierto?
Lo que sucede con el grooming es que la víctima deposita su admiración, confianza, cariño e incluso su cuerpo, en manos del abusador; de manera que para la víctima no es posible reconocer que está siendo abusada, porque claro, ¿quién a los 14 años es capaz de entender la vida, las relaciones y lo que es correcto y no en las interacciones con los demás?
La violencia invisible
La manipulación del adulto sobre una persona menor de edad constituye una violencia difícil de distinguir para la víctima y el descubrimiento del abuso puede darse muchos años después. Aquí, es momento de reflexionar que sin importar el tiempo que le lleve a la víctima darse cuenta de la violencia que sufrió (así sean 5 o 50 años), a nosotros como sociedad, nos toca ser empáticos y entender que NUNCA SERÁ CULPA DE LA VÍCTIMA.
Sasha Sokol, quien entonces era una mujer de 14 años difícilmente podría entender qué estaba ocurriendo a su alrededor y mucho menos, podría comprender la situación como un delito.
Las relaciones de violencia entre adultos y menores tienen inmersos múltiples temas. El delito del adulto, la manipulación de la menor, la violencia psicológica y el proceso emocional para que las víctimas logren denunciar y finalmente, el nivel de aceptación de estas conductas en la sociedad.
En su momento, la relación fue un «chisme» más en el mundo de la farándula, pero acaso, ¿a nadie se le ocurrió pensar en qué hacia un adulto con una menor de edad? Y es que las conductas misóginas y violentas, desafortunadamente, son vistas en mucho del contenido de baja calidad producido por las televisoras del país; contenido en el que se reproducen conductas machistas e ideales (falsamente) moralistas.
El valor de la denuncia
Hay que entender que cada víctima lleva su propio proceso de sanación física y mental; y que, al mismo tiempo, la sociedad y la violencia hacia las mujeres que permea en nuestro país, orillan a las víctimas a permanecer en silencio por mucho tiempo.
Nunca será culpa de las víctimas haber sufrido un abuso, a pesar de decir «sí», y más aun en situaciones como esta, en la que se vio vulnerado el bienestar de una menor a manos de un hombre muchos, muchos años mayor que ella.
¡Gracias, Sasha Sokol! Por alzar tu voz y convertirte en una inspiración para todas las víctimas de grooming y de cualquier abuso. Sigamos haciéndonos escuchar.
Seamos solidarios y entendamos que las víctimas nunca son culpables de los abusos que ejercen sobre ellas. Aquí te dejamos un video testimonial para reflexionar sobre el tema: