La situación en la que se encuentra la cantante estadounidense Britney Spears nos lleva a la cuestión; “¿Es verdad que esto está pasando en pleno Siglo XXI?”. Estamos hablando de una mujer adulta completamente incapaz de decidir sobre su vida, su libertad e inclusive, su propio útero.
La cantante se encuentra bajo tutela desde 2008. El día de ayer, 23 de junio de 2021, por primera vez en 13 años: Britney se pronunció en contra de la tutela de su padre, James Parnell Spears. Señaló ante la corte el nivel de abuso y control que ejerce sobre ella. El movimiento #FreeBritney, que ha estado en pie a lo largo de varios años, mantiene la teoría de que Britney tiene restricciones irracionales en prácticamente todos los aspectos de su vida.
Ayer, algunas de estas restricciones se hicieron más visibles que nunca, cuando, de acuerdo con el New York Times, la cantante señaló, entre otras cosas, que tiene un Dispositivo Intrauterino (DIU) y que no le permiten retirarlo de su cuerpo a pesar de que ella así lo quiere.
Este, es un método anticonceptivo recubierto de cobre que se coloca dentro del útero y es una gran alternativa para evitar un embarazo no planeado cuando así se desea.
Lo cierto es que la visibilización de este caso, permite dar un grito por la libertad y abrir los ojos frente a la triste realidad de miles de personas en el mundo. El derecho a decidir, a ser libres y a controlar nuestra sexualidad, debe ser universal; y más allá de eso, debe respetarse plenamente, sea cual sea la situación, el contexto, la posición económica o las creencias.
Tod@s tenemos derecho a ser libres.
La revelación de la limitante del ejercicio de su libertad ha causado un gran impacto y sin duda, lleva al planteamiento de grandes incógnitas: ¿Cómo es posible que una tutela tan abusiva pueda seguir en pie? ¿Cómo se puede permitir que alguien decida de forma tan deliberada sobre el cuerpo y voluntad de otra persona?… ¿En qué momento se sobrepasa la barrera de la libre decisión sobre nuestros cuerpos?
¿Hasta dónde puede llegar la invasión de la tutela del padre de Britney? Sin duda, su situación parece digna de una película de terror.
Britney Spears ha sido plagada de prejuicios, ha sido controlada y sometida por terceros sin que ella pueda ser capaz de contar su propia verdad y ejercer su libertad. Ahora tiene a su padre controlando su vida y hasta su útero, ¿realmente puede una tutela permitir este nivel de abuso?
Britney no tuvo la libertad de vivir su vida, ser feliz, disfrutar su sexualidad y ni siquiera, de ser madre, ya que perdió la custodia de sus dos hijos; y, además, limitan su derecho a decidir y ejercer nuevamente la maternidad, coartando su deseo de tener otro hij@ con su actual pareja, Sam Asghari.
No queda más que esperar que se ponga un alto a los años de restricciones, traumas y abuso que Britney ha tenido que enfrentar. Y que pronto, ella tenga el derecho (tal y como debería tenerlos cualquier persona en el mundo) de vivir y decidir libremente.
Así mismo, ojalá este gran reclamo por la libertad emprenda la discusión del derecho a decidir; nos lleve a dar un paso más hacia la promoción y el respeto del mismo para todas las personas.
Texto de nuestra compañera Elba Loera.