834 médicos y profesionales de la salud de 44 países de todas las regiones del mundo han sumado sus voces a la creciente presión a favor de la despenalización del aborto firmando la carta abierta a los gobiernos que hoy publica Amnistía Internacional. En la carta, piden a los gobiernos que dejen de interferir en la capacidad de los profesionales de la salud para prestar atención sanitaria, advirtiendo de que la criminalización del aborto pone en peligro la salud y la vida de las mujeres y niñas. “La criminalización del aborto impide a quienes prestan servicios médicos y de salud brindar el mejor cuidado posible y la medicación indicada de acuerdo con los deseos de las pacientes”, decía la carta. “Prescinde del criterio médico e impide que este se aplique, y puede socavar el deber profesional de atención y confidencialidad que los doctores y las doctoras les deben a sus pacientes.” Profesionales de la salud de instituciones de todo el mundo han firmado la carta, entre ellas el Hospital Universitario Ghent de Bélgica, la Universidad Nacional del Comahue de Argentina, la Facultad de Medicina de Harvard en Estados Unidos y la Universidad Cape Town de Sudáfrica. El 40 por ciento de las mujeres en edad de procrear vive en países donde el aborto está prohibido, está muy restringido o no es accesible. Los abortos peligrosos son responsables del 13 por ciento de las muertes maternas, y causan la muerte cada año de 47.000 mujeres y niñas. “El número tan elevado de respetados profesionales de la salud signatarios de la carta reafirma lo que las mujeres llevan años diciendo: los gobiernos no pueden seguir alegando que la criminalización del aborto no tiene ningún impacto en la atención para la salud que reciben las mujeres y niñas”, declaró Sara MacNeice, directora de la campaña Mi cuerpo mis derechos de Amnistía Internacional. “Convertir en delincuentes a las mujeres que abortan viola sus derechos humanos y puede poner en peligro su vida. En numerosos países del mundo, Amnistía Internacional ha documentado casos sobrecogedores de mujeres obligadas a seguir adelante con embarazos inviables debido a las leyes restrictivas. Hemos visto a mujeres y niñas embarazadas como consecuencia de una violación forzadas a llevar a término el embarazo y a dar a luz. “El derecho internacional es claro: como mínimo, las mujeres deben tener acceso al aborto cuando el embarazo representa un riesgo para la vida o la salud de la mujer o niña, en casos de malformación fetal severa o mortal, y en casos de violación o incesto. El derecho internacional también establece que en ninguna circunstancia se considerará una delincuente a la mujer que se someta a un aborto.” La campaña global de Amnistía Internacional Mi cuerpo mis derechos tiene por objetivo poner fin al control y la criminalización de la sexualidad y la reproducción por parte de los gobiernos. Ha puesto de relieve la situación en El Salvador, Irlanda y Chile, tres países donde las barreras legales al aborto limitan gravemente la capacidad de los médicos para prestar a las mujeres la atención para la salud que necesitan. Médicos de Irlanda, El Salvador y muchos países más han hablado con Amnistía Internacional de las restricciones que las leyes sobre el aborto imponen a su capacidad para atender a sus pacientes.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.