sexting: la práctica en la que una persona envía a otra mensajes con contenido sexual, incluyendo fotografías o videos de desnudos, por medio de internet.
Sin embargo, algunos activistas y académicos consideran que esta tiene un enfoque inadecuado, e incluso moralista.
“El sexting, al margen de consideraciones morales o legales por cuestión de edad, no supone un daño pero sí puede tener asociados riesgos con graves consecuencias para quien lo practica que, en ocasiones, han provocado incluso el suicidio”, se lee en la página de la campaña, respaldada por el gobierno mexicano, el Congreso, el DIF y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), entre otras instituciones.
“Es un hecho constatado que los casos de sexting han reflejado que existen consecuencias negativas de esta práctica que en su mayoría impactan a niñas y adolescentes, quienes son victimizadas por otras personas, mayormente hombres. Si bien el libre ejercicio de la sexualidad debe ser respetado, la sociedad actual en el contexto digital no es capaz de garantizar la seguridad, privacidad e integridad de quien practica sexting“, agregan en la web.
La campaña esta desarrollada por una organización denominada Pantallas Amigas, y es impulsada por Google.
Un video refuerza el mensaje sobre los riesgos de hacer sexting, como el hecho de que alguien que recibió las fotos o videos las pueda usar para extorsionar, e incluso humillar a quien aparece en esos materiales, sin que tenga la oportunidad de controlarlos o bajarlos de internet, quedando vulnerable.
Tras su difusión en redes sociales, el llamado de las autoridades a no hacer
sexting provocó críticas como la de la organización Red en Defensa de los Derechos Digitales, que considera que la campaña apela a la moralidad, y tiene un enfoque inadecuado.
“A pesar de la aparente buena intención de la campaña,
la iniciativa refleja una visión profundamente paternalista sobre el ejercicio libre de la sexualidad y plantea una estrategia errónea”, indicó la Red que en su página se plantea como objetivo “la defensa de los derechos humanos en el entorno digital”.
Desde su perspectiva, el
sexting “es una práctica que forma parte del ejercicio libre de los derechos sexuales, además de ser parte de la autonomía de una persona respecto a su vida privada”.
Al estigmatizarlo, agregan, la campaña limita el desarrollo de la persona, impidiéndole disfrutar de su vida sexual a través de la tecnología.
“No se debe confundir o equiparar el
sexting con otras conductas como la pornografía infantil. El
sexting es un intercambio que se da dentro de una esfera íntima. Cuando una de las personas viola este acuerdo, se produce el problema”,
apuntaron en su web.
“Delitos como la extorsión sexual son consecuencia de la difusión sin consentimiento de estas imágenes o videos. Al obviar esta situación,
se asigna una responsabilidad errónea hacia quien genera la imagen, y no a quienes las distribuyen por venganza o represalia”, agregaron.
En otro de sus puntos, señalaron que la campaña contra el
sexting no solo es equivocada, sino que puede resultar contraproducente.
“Una campaña efectiva debe fortalecer la autonomía de las personas a través de la generación de información, no disuadir el ejercicio de una sexualidad libre bajo estereotipos de género. Estigmatizar al
sexting, por el contrario, contribuye a mantener una cultura machista y, lejos de abonar al combate a la difusión de imágenes sexuales sin consentimiento, carga la responsabilidad del lado equivocado”, concluyen en su texto.
“Hay personas que así cachondean”
En el mismo sentido, la académica Estefanía Vela, del Área de Derechos Sexuales y Reproductivos de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, dijo en entrevista con
Foro TV que más que enfocarse en decirle a la gente que no haga sexting, se le debe dar información para que, si así lo quiere, pueda hacerlo de forma segura.
Además, agregó, debe insistirse en que quien comete un acto equivocado, o incluso un delito, es aquel que difunde una imagen de
sexting sin el consentimiento de otra persona, y no el hombre o mujer que se tomó la fotografía.
“Imagínense que tienes un problema de robo en línea, y que la solución para la gente que comete fraude en línea, sea decir ‘pues no hagan banca en línea’”, mencionó sobre el llamado a no sextear.
“¿Por qué sextear?
Hay personas que así cachondean, es el uso de la tecnología para la sexualidad. es algo que cada quién tiene sus razones para hacer, aunque conlleva ciertos riesgos”, agregó.
Ante esos riesgos, continuó, lo que debe hacerse es dar información, respecto a que hay aplicaciones o programas con los que es más seguro
sextear, además de que debe castigarse a quienes difundan sin permiso los videos o fotos de ese tipo, para evitar que se sigan repitiendo ese tipo de acciones.
“No es culpa de las mujeres”
“Lo que dice es que si una imagen se difunde, es tu culpa por haberlas enviado y por eso es mejor no hacerlo.
Es la continuación de una mentalidad machista que también vemos en los casos de violación: le pasó por ‘puta’, por ‘usar minifalda’, por ser sexy, caminar sola por la calle o ‘meterse con tipos raros’”, opinó sobre la campaña la activista Gisela Pérez de Acha, en
el sitio Horizontal.mx.
“Que quede claro: no es culpa de las mujeres”, agregó. “Quienes deberían ser sancionados son quienes violentan nuestra autonomía sexual. Tenemos derecho a
sextear, solo hay que informarnos de la forma segura para hacerlo”.
Con información de
Animal Político
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